Los dos eruditos y Enrique
“La felicidad no es un objeto a conseguir, sino un sendero por descubrir y recorrer” Con esta sencilla frase planeo resumir la siguiente historia. En la comarca Isa, en un remoto e inhóspito lugar, coexistían dos sabios maestros: Jacobs e Isaín Eran de personalidades totalmente distintas: Jacobs, era un anciano erudito, algo desaliñado, vivía humildemente, a orillas de un riachuelo que le proveía peces y árboles frutales circundaban su pequeña covacha, y servía para su subsistencia. Sin embargo, lejos de cualquier lógica él era tremendamente feliz dando consejos gratis a los aldeanos y escuchando el trinar de los pájaros en la mañana. Isaín, era la antítesis de Jacobs, joven, bien parecido, de una excelente posición económica, gracias a la herencia de los padres y la “colaboración voluntaria” –como él decía- que le daba el pueblo a cambio de sus recomendaciones. Les extrañará un maestro tan joven como él, pero el conocimiento lo adquir...