Postulados forjados por Saussure en su estudio de los signos como ciencia

Ferdinand de Saussure, fue un lingüista adelantado a su tiempo, porque sentó las bases de una ciencia que muchos detractores de su época quisieron encasillar como una rama de la lingüística, restándole importancia; sin embargo, autores posteriores han confirmado el estudio de los signos (semiótica) como una ciencia (debido a que se puede comprobar y verificar) que va mucho más allá de la lingüística; porque aunque se sostiene en signos lingüísticos, también aborda perspectivas psicológicas y sociológicas en su interpretación.

Saussure partió de su binarismo básico: Significante y Significado, en donde el primero es la imagen del signo y el segundo constituye la interpretación del mismo.

La semiótica reviste su importancia en que –como dice Umberto Eco- “no le importa solo el signo, sobre todo la cultura”. Por ejemplo en la semiótica de los discursos retóricos, una arenga política en el contexto de la cultura occidental no tendría la misma repercusión que ante una audiencia oriental, porque sería interpretado según la cosmovisión del individuo.

La semiótica abarca signos dentro de sistemas de todo orden: Se observa semiótica en programas televisivos, películas, contenido de internet, discursos políticos, publicidad, radio, etc, pues poseen –aparte del uso del lenguaje tradicional- su propio lenguaje de signos que denota el trasfondo verdadero, el cual –muchas veces- no se puede “leer” desde la gramática del lenguaje natural.

A través de la semiótica se puede comprender los hechos desde una perspectiva global, pues todo constituye un signo, independientemente si a simple vista son palabras, imágenes, sonidos, gestos u objetos. El ser humano siempre está comunicando.

Desde que Saussure estableciera el fundamento hasta la actualidad, la semiótica a lo largo de la historia ha tenido estudiosos que la han reafirmado como ciencia y gracias a sus aportes se puede concluir que la semiótica estudia toda la cultura como proceso comunicativo.